14 de enero de 2013

Celos


Algunos se lo determinaban como paranoia, psicosis o simplemente un embrutecimiento radical de los sentidos. Pero él sabía que todo era real.
La costumbre de su esposa Laura por el adulterio ya era arraigada y no precisamente una novedad. ¡Si incluso en la noche de bodas, con la excusa de ir a por hielo salio de la habitación y se despachó con el camarero!
Ella nunca lo reconoció, claro, pero a él ya no podían engañarlo.
Así que aquello se convirtió en el pan de cada día y prácticamente desde su boda, hacia ya tres años, había encontrado motivos suficientes para sospechar a diario; 
Pero hoy, el día que celebraba sus 39 años, en su mente celosa ya solo bailaba la idea pertinaz de decidir si acabar con ella en su propia fiesta de cumpleaños… o mejor, con él mismo.
A fin de cuentas solo pudo conseguir hurtar una bala del armero del abuelo y la decisión pesaba como una piedra ubicada dentro, en su pensamiento.
Convertirse en un asesino o en un suicida; Cualquiera de esas ideas le espantaba, pero no le quedaba alternativa.
Comenzó a buscar a Laura desaforadamente dentro de la casa, de entre la multitud de familiares y amigos allí reunidos, con el arma bien guardada entre la ropa;
Y sus sospechas se hicieron realidad:
Su mejor amigo Carlos y su esposa Laura habían desaparecido de la fiesta. 
Solo tenía que sumar 2+2…

Salio de la casa y avanzó hacia la orilla de la playa sintiéndose absolutamente deprimido. Se sentó sobre la arena húmeda y apuntó con el arma a sus sienes con decisión.
Cuando con su dedo índice apretó el gatillo esperaba oír una gran detonación, sentir el impacto del plomo sobre su cráneo, notar como la bala traspasaba sus atormentados sesos. Pero nada de eso ocurrió.
Solo vio una luz, redonda y grande como un hermoso lucero que le sobrevenía encima a una velocidad pasmosa... y se quedo extasiado mirándola.
Luego, sencillamente se olvidó de vivir.

En el mismo instante, Carlos y Laura regresaban a la casa desde la pastelería con un gran bizcocho decorado alegremente en chocolate y nata, con la frase “…y que cumplas muchos más”.



01/13