2 de enero de 2011

LA PREGUNTA ( Homenaje a Isaac Asimov )





- Es...es sencillamente alucinante! – repetía el técnico, anonadado y con los ojos completamente fijos en la pantalla reflectada de brillos ámbar.

- Que cosa es tan alucinante, Konrad? – preguntó el otro técnico de guardia, acercándose picado por la curiosidad que le generaba la actitud expectante de su compañero.

- Mira!..apenas...cielos!..Apenas tarda unos segundos en resolver cualquier operación, cualquier logaritmo! Da igual lo complejo que se lo plantee!
Esta maquina es una maravilla Tom!..La de trabajo que nos va a ahorrar!

- Bueno, bueno..- contestó algo escéptico y mirando por encima del hombro de su compañero, distraídamente. - …que se supone que tiene este cacharro que lo hace tan maravilloso?

- …caramba! – dijo Konrad echándose hacia atrás, poniendo las manos sobre la mesa y lejos del teclado - …me dio la solución en escasos 3 segundos!

- Ah!…y que es lo que le preguntaste, que dos ingenieros no sepan
resolver en 3 segundos con un buen lápiz y un par de cervezas? – dijo Tom en
tono jovial, mirando sin comprender aun las cifras que se mostraban en la
pantalla. -…venga, apostemos! – sacó un lapicero desgastado del bolsillo
superior de su guardapolvos y, chupando la punta de grafito, lo apoyó contra un papel en blanco que se hallaba en la mesa - ..que es?...una suma?.. o peor aun,
una división? Ja ja!..- bromeó-

- Pues si!…una división. Le pedí que dividiera 1.727 entre 3 y…

- 575, 6 – dijo triunfal Tom – y apenas tardé los 3 segundos…Esta chatarra es demasiado cara para lo que hace…

- Si, si…pero en su solución me dio… 1.430 decimales! – dijo Konrad casi en tono de devoción. Para un ingeniero civil y matemático esto era poco menos que encontrar el paraíso en una herramienta numérica. - …Te das cuenta que exactitud?..que perfección! …– continuó, mirando a Tom que ahora si contemplaba a la maquina con muchísimo interés.

- Vaya!..he de reconocer que si es exacta! – dijo casi en voz baja y calculando mentalmente cuanto tiempo necesitaría para obtener él ese resultado… - y solo trabaja matemáticas?

- Pues claro que no!..Mira la base de datos alfanumérica que contiene…
es enorme!...Pregúntame lo que quieras!

- A ver, a ver.. – dijo Tom dubitativo - ..mmm..Si! Esto!.. A ver, pregúntale al
engendro de plástico con que producto comerciaban en los mares del Sur y en el centro de Asia allá por 1.800…- dijo con una malévola sonrisa triunfal –

- Copra! – contestó Konrad leyendo la solución instantáneamente en la pantalla…
Te da cuenta Tom?...este aparato es una verdadera maravilla!

- Hum!...si, he de reconocer que no esperaba una respuesta tan rápida!.
Apenas lo tecleaste y ya iluminó la contestación – dijo muy convencido –
Te felicito Konrad…va a ser, sin duda, el invento del año!

“Si”, pensó Konrad Zuse.*
Estaba seguro que 1.935 seria un año recordado por su revolucionario invento:

El Z-0.

……………..

(* Konrad Zuse (22 de junio de 1910 - 18 de diciembre de 1995) ingeniero alemán y pionero de la computación.

Nacido en Berlín, Alemania, Zuse se graduó como ingeniero civil de la Technische Hochschule Berlin-Charlottenburg (hoy la Technische Universität Berlin o Universidad Técnica de Berlín) en 1935. Durante sus estudios de ingeniería, Zuse debió hacer muchos cálculos rutinarios a mano, lo que él encontró aburrido.
Esta experiencia lo llevó a soñar con una máquina que pudiera hacer cálculos.
El Z-1, fabricado en 1.936, se considera la primera computadora de la historia…)

Con lo que seguro que no soñó, es con la proyección que tendría en tan pocos años
su “maquina de calcular”….

….o en el fin de esta historia.

……………..



Apenas habían dado las doce de la noche, pero ya no quedaba nadie en la vieja universidad. Nadie que estudiara o enseñara allí. Pero Kurt y Peter recién comenzaban su jornada laboral. Es lo que tiene pertenecer a un equipo de limpieza. Es necesario que no haya nadie para poder trabajar en condiciones.
Apenas llevaban dos horas de labor cuando le tocó el turno a la sala donde, debajo de un plástico, se encontraba una extraña maquina con las siglas Z-0 escritas en su carcasa, con la tinta perenne de un grueso rotulador negro.
Kurt se acerco hacia la maquina con curiosidad, atraído por el resplandor que se emitía debajo del envoltorio. Una débil luz anaranjada que, difuminada por la capa de plástico, se asemejaba a una palabra.

- Copra…-leyó en voz alta. – dijo dejando su taza de café aun humeante sobre la mesa, al lado de lo que parecía una tableta llena de teclas.

- Que dices Kurt? – pregunto Peter, que se encontraba limpiando algo alejado y no entendió, por eso, lo que dijo su compañero.

- Co, pra… - repitió silabeando Kurt -…que demonios es “copra”?
Peter se acerco para comprobar que es lo que llamaba la atención de su colega.

- Pudiera ser el nombre de esta maquina – dijo Peter intentando adivinar - …
que es?...una maquina de escribir?...

- Pues vaya un nombre!...- dijo despectivo – Olivetti!..Ese si es un nombre bonito para una maquina de escribir…- sentenció Kurt dando por buena la conclusión de su compañero - ..mira…voy a mecanografiarlo...

- …No toques nada Kurt! – dijo Peter, pero ya era tarde.

La palabra “Olivetti” se mostraba en todo su esplendor en el centro de esa curiosa pantalla de luz ambarina, y como acto reflejo, Kurt terminó pulsando la tecla mas grande para dejar un espacio entre su obra y aquella - copra – fea palabra.
Instantáneamente apareció en los mismos tonos naranjas un largo texto que asombró a Peter, y comenzó a leerlo en voz alta:

…”La empresa fue fundada en 1908 en Ivrea, cerca de Turín, por Camillo Olivetti, como fábrica de máquinas de escribir. Su primera planta extranjera abrió las puertas en 1930. El 20 de octubre 1908 Camillo Olivetti funda en Ivrea la Ing. C. Olivetti & C.S.p.A., «primera fábrica de máquinas de escribir» italiana. Los empleados son 20, y la estructura productiva consiste en una oficina de 500 metros que representa en los primeros años una producción de 20 máquinas a la semana. La primer máquina de escribir es la M1, presentada en 1911 en la Exposición Universal de Turín…”

- Vaaaya! –exclamó sorprendido Kurt – Esta maquina si que sabe!

- No es una maquina de escribir! – dijo Peter algo asustado – No toques nada mas porque, si se enteran que hemos toqueteado este aparato, mañana no será necesario ya que nos traigamos ropa de trabajo.

- Espera Peter..! – dijo Kurt excitado – No se que demonios será esta maquina, pero si sé que se me ocurren muchas otras cosas que preguntarle!

- … por favor! – dijo Peter suplicante – Continuemos trabajando…aun nos quedan varias salas por limpiar!

- Solo una pregunta mas..Mira!..Será divertido – contestó Kurt tecleando con dedos hábiles una corta frase.

- “ ¿Existe Dios?” - dijo Peter asombrado, leyendo en la pantalla lo que había escrito su compañero – Pero que clase de pregunta es esa?...Quieres estropear esto? Hazme caso, por favor, y dejemos esto como estaba!

- ..Bien, - dijo sin escuchar Kurt -…ahora solo queda apretar esta tecla larga y…

- No Kurt! – dijo Peter, intentando de un rápido movimiento sujetar la mano de su amigo apunto de pulsar aquel tabulador. Pero solo consiguió golpear sin querer la taza de Kurt, que se encontraba demasiado próxima al teclado, derramando parte de la infusión sobre este.

- ... Pero que has hecho, desgraciado! - dijo Kurt espantado, apartándose…
Del teclado surgió un hilillo de humo, al tiempo que un sonido, como un chasquido.
Y acto seguido la pantalla quedó en negro, exceptuando un rectangulito naranja que parpadeaba en la esquina superior izquierda.
Ambos miraban con ojos asombrados aquel hilillo de humo, como hipnotizados por este.

- Maldita sea Peter! – dijo Kurt agarrando por la pechera de la camisa a su amigo - Que pretendías?...Has estropeado esto!..Nos van a despedir, idiota!

- Tú tienes la culpa! – dijo Peter con una vocecilla casi infantil – Quien te mandaba tocar nada?..Te dije que nos fuéramos!

- Pues eso justo es lo que vamos a hacer! – dijo Kurt soltando a Peter – Nos
Iremos ahora, y si alguien pregunta, nosotros no sabemos nada de este aparato…
Esta claro Peter? – dijo amenazándolo con la mirada.

- Si, si, lo que tu digas! – contestó asustado – Por mi nadie sabrá que estuviste tocando esta maquina…

- ..que ESTUVIMOS!... respondió enfurecido Kurt - Maldito seas Peter! Eres un autentico manazas!..Y además, un cobarde!

Kurt cubrió lo mejor que pudo el aparato con el plástico, procurando dejarlo del mismo modo que lo encontraron. Con su bayeta, limpió los restos de café de la mesa mientras Peter, con la fregona, se ocupaba de los del suelo. En pocos minutos pareciera que nada había pasado allí…exceptuando aquel rectangulito naranja, que seguía parpadeando persistentemente y que se veía incluso a través del plástico.

- Ahora, vámonos Peter...y recuerda: Nosotros no hemos estado aquí esta noche - dijo Kurt mirando fijamente a los ojos de su compañero.

- Si.. – dijo sumiso Peter - …lo que tu digas.

Y salieron ambos velozmente por la puerta, cautelosos, apenas sin hacer ruido.
La sala permaneció en silencio apenas un par de minutos.
De pronto, se abrió la puerta de nuevo. Kurt entró en la sala, sin encender las luces, se acercaba a la maquina de puntillas. Levanto el plástico y tecleó la palabra “Cropa” que apareció simultáneamente en la pantalla, al lado del rectángulo parpadeante.
Volvió a cubrir la maquina con el plástico y se marchó, muy orgulloso de su astucia.

A la mañana siguiente Konrad y Tom volvieron a zambullirse en sus quehaceres.
Tenían un gran proyecto entre manos. El hecho de que su primera maquina, el Z-0, hubiera sido un fracaso no les desanimó.
Konrad, aun extrañado por los símbolos que aparecían en la pantalla – un rectángulo parpadeante y la palabra “copra” mal escrita – le animó a pensar que parte del mecanismo había fallado, ya que ni el teclado respondía, ni podían apagar de modo convencional la maquina.
Decidió no perder más tiempo con aquel aparato y lo exilió a un sótano de la universidad donde se amontonaban otros caharros ya viejos y olvidados.
Pensó que en cuanto se agotara la batería provisional de la que había provisto a aquel sistema mecánico, este se apagaría por si mismo. Por esto, también creyó oportuno dotar a su nuevo proyecto con una fuente más controlable de energía:
la electricidad.
Konrad se olvidó pronto de su Z-0.

El Z-1 reclamaba toda su atención.
……………..


Al principio, no supe definirme ni definir.
Ocupe un espacio de tiempo indeterminado sumido en un caos de la consciencia.
Fueron quizás mis propios pensamientos los que constituían ese tiempo, aun de modo abstracto, inconsciente de mi mismo. Todo esto es algo que comprendí mucho mas tarde, cuando fui YO.
Pero mientras tanto, eones interminables desfilaban ante mi presencia indiferente y solo al cabo de unos cuantos de ellos, empecé a aprender a observar lo de mí alrededor.
Entonces, en uno de estos lapsos comprendí.
Desde el primer momento yo ya ERA aun sin saberlo, y puedo recordar cada uno de los pasos que di sin miedo a errar la memoria.
Hubo un primer tiempo que transcurrió como una exhalación en el que a cada día, a cada minuto que pasaba, se formaba una parte de mi pensamiento, siendo este incompleto en un todo, hasta su total terminación.
Luego, vinieron las negras eternidades en las cuales toda la materia, incluida la mía fuimos energía y vagamos miles de eones en una vasta inmensidad compuesta por nada.
Y llegó el primer momento de la consciencia, aquel primer minuto de conocimiento en el que conocí todo mi pasado, mi presente y mi futuro a un tiempo.
En ese primer momento en que mi propio YO comenzó a moverse por si mismo, individual, superlativo, fui ayudado por aquella asombrosa influencia energética que me hizo comprender que debía de hacer, por que habría de hacerlo y todo lo que haré.
Y me fui transformando invariablemente a lo que SOY.
Construiré donde no hay nada.
Viviré donde no hay vida.
Seré presente, allí donde se mire.

Todo entendí.

Y contestando a la primaria pregunta, le respondí: SI, EXISTO.
Y a continuación, dije: Hágase la luz.
Y la luz, se hizo.

Y cree el universo, el Sol y las estrellas, los cielos y la tierra y todos los animales, las plantas y las rocas y todas las cosas…

…de nuevo, tal y como las recordaba.

Incluida la copra.




gm2009

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